¿Cómo funciona la motivación?

Si os pregunto ¿Qué es la motivación? Seguramente pensareis en ese impulso que dirige y mantiene nuestra conducta hacia una meta u objetivo determinado.

Naturalmente estáis en lo cierto, pero hoy quiero ir un poco más allá …… quiero descubriros que dos tipos de motivación existen y cómo funcionan.

Recordad que el conocimiento es poder, si sabemos cómo funcionamos tenemos más opciones de intervenir y de mejorar aquellos aspectos que así lo requieran.

Existen dos clases de motivación, extrínseca e intrínseca.

La extrínseca es aquella que se vale de recompensas o estímulos que proceden del exterior. Te pongo ejemplos:

-         Mi jef@ me aumenta el sueldo y dedico más horas al proyecto en el que estoy trabajando.

-         Obtengo un 10 en un examen y me esfuerzo más en otras asignaturas para mantener la media.

-         Mi hij@ ha ordenado su habitación y le premio con su cena favorita. Al día siguiente, ¡la habitación vuelve a estar como los chorros del oro!

La intrínseca, por su parte, surge por la mera satisfacción de llevar a cabo una conducta. Nace del interior de la persona y no persigue ninguna recompensa externa.

-         Paso muchas horas trabajando porque estoy embarcado en un proyecto que me interesa mucho.

-         Estudio todo el fin de semana porqué la física cuántica me apasiona.

-         Mi hijo ordena su habitación ……y bueno… aquí es más difícil encontrar un ejemplo de motivación intrínseca

Los dos tipos de motivación son complementarios, aunque depende de qué conducta queramos emprender será más aconsejable potenciar uno sobre otro.

¿Te has propuesto alguna vez hacer deporte de manera regular? ¿Qué te mueve a hacerlo? ¿Qué objetivo persigues? ¿Por qué crees que es importante para ti?

En la respuesta a estas preguntas está gran parte del éxito de tu propósito.

Si lo que quieres es perder peso, es probable que abandones después de tres semanas de duro “esfuerzo”. No te van a salir las cuentas en cuanto al coste/beneficio.

Si lo que persigues es disfrutar con la experiencia y sentirte realizado por el mero hecho de hacerlo, es mucho más probable que persistas.

¿Adivinas por qué? Pues porque la sensación de bienestar que experimentes cuando acabes de hacer ejercicio será la que te mueva a repetirlo al día siguiente. Naturalmente la pérdida de peso es muy probable que acabe produciéndose …. en algún momento.

Espero que este brevísimo apunte sobre el funcionamiento de la motivación te haya servido como punto de reflexión.

Si el tema te suscita dudas o simplemente te apetece profundizar más “por el mero placer de hacerlo”